El mar constituye uno de los patrimonios más importantes de los Estados, porque encarna una fuente de comercio, alimentos, turismo y desarrollo.
Colombia es, por tanto, una nación privilegiada, gracias a su condición bioceánica, con un área marítima equivalente al 44,8% de su territorio.
Nuestro gran desafío es aprovechar en toda su magnitud esta riqueza nacional. Precisamente, esta semana tendremos una oportunidad de lujo, para proyectarnos y establecer un diálogo con otros países, con el fin de explorar alternativas de crecimiento en este sector. La celebración del Día Marítimo Mundial hoy 16, y mañana 17 de septiembre, por primera vez se traslada a Colombia, lo que nos honra y llena de orgullo. Ello tendrá lugar en una de las ventanas más importantes del Caribe colombiano: Cartagena, ejemplo de aprovechamiento de su condición portuaria.
Bajo el lema ‘Empoderando a la mujer en la comunidad marítima’, bandera que con fervor he asumido como vicepresidente y como presidenta de la Comisión Colombiana del Océano, se busca una mayor inclusión, como parte de la política de empoderamiento de la población femenina en el país. Por ello, desarrollaremos también, en el marco de la cumbre, la Primera Reunión de la Red Latinoamericana de Mujeres Marítimas.
Aunque afrontamos enormes retos en esta materia, también hemos consolidado avances que nos han merecido, por parte de la Organización Marítima Internacional (OMI), la distinción de albergar este magno evento. Entre nuestras acciones se destaca el diseño de una estrategia sobre la seguridad integral marítima y fluvial; la inclusión dentro del Plan Nacional de Desarrollo del capítulo ‘Región océanos: Colombia, potencia bioceánica’, y la elaboración del documento Conpes ‘Colombia, potencia bioceánica 2030’, que servirá como hoja de ruta para fortalecer la Gobernanza de los Océanos en el país.
Otro de nuestros objetivos es aumentar la flota marítima mediante un mayor abanderamiento de buques, para lo cual presentamos un proyecto de ley que esperamos sea aprobado en esta legislatura; una prioridad adicional es la formación de la gente de mar, ello redundaría en generación de empleos, con impacto social.
El mar, indudablemente, es un recurso estratégico para la consolidación de un proyecto de Nación, de un país más próspero, que obedezca a los anhelos de quienes, a costa de su propia vida, abonaron el camino para la constitución de la República, hace dos siglos.
Esperamos que este evento internacional que congregará al mundo en Cartagena, redunde en propósitos que contribuyan, a corto plazo, en el bienestar nacional, con base en el fortalecimiento del sector marítimo.
*Vicepresidente de la República
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