Columna


Brechas de género

MARÍA CAROLINA CÁRDENAS

06 de marzo de 2021 12:00 AM

La igualdad entre hombres y mujeres es un tema del que se ha hablado mucho y sin embargo no logra ser suficiente, dada la evidente persistencia de brechas insalvables entre unos y otros. Un escenario esencial es la inserción en los mercados laborales en el que la contribución femenina es limitada a ciertas ocupaciones y sectores; reciben un pago menor por su trabajo y los ascensos en las jerarquías organizacionales no son frecuentes. Estas circunstancias en gran medida se han perpetuado con ocasión a estereotipos en la educación, así como la marcada influencia cultural que asume el rol femenino como adscrito a la reproducción, las labores domésticas y/o el cuidado de los hijos, ancianos o enfermos. Según el informe MUJERES Y HOMBRES: BRECHAS DE GÉNERO EN COLOMBIA del DANE, las cifras son alarmantes en tanto se plantea una verdadera disyuntiva entre la maternidad y el desarrollo laboral, toda vez que las mujeres solteras y sin hijos son las que con mayor facilidad logran la vinculación laboral, cifras que decaen drásticamente en tanto la mujer asume la tarea de ser madre (DANE, 2020). De igual manera reflejan una gran diferencia en tanto se trate de mujeres que viven en zonas urbanas, rurales, si son indígenas, campesinas, afrocolombianas, puesto que si bien es cierto todas somos mujeres no todas vamos en el mismo barco. Por tanto, el diseño de políticas públicas eficaces requerirá acciones coherentes con las distintas realidades a partir de estas distinciones. Tan grave es la situación, que el Foro Económico (WEF) ha señalado que dada la proyección actual la brecha de género en el ámbito económico tardaría en cerrarse 257 años. De igual manera distintos organismos han presentado evidencia contundente de que la inclusión económica de las mujeres tiene efectos positivos en los países, mostrando cómo la participación paritaria en la materia hace que los sistemas económicos sean más eficientes. En palabras del precitado informe: “Cerrar las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres, además de ser un compromiso con los derechos humanos, tiene un efecto significativo sobre el desarrollo económico, la distribución del ingreso, la reducción de la pobreza y de las desigualdades. Cerrar las brechas es justo y eficiente”. Se hace necesario un verdadero compromiso social para derribar las barreras que impiden el ejercicio igualitario del derecho al trabajo y de los demás derechos fundamentales de las mujeres fortaleciendo una sociedad más flexible y equitativa en el cuidado de los niños, con paternidades efectivas y responsables; así como generar entornos que permitan a las mujeres ejercer su maternidad y al tiempo desarrollar todo su potencial profesional.

*Abogada con especialización en Derecho Constitucional y magíster en Derecho.

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