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Tiempo de acción y solidaridad

La Pandemia por el Covid-19 ha obligado a que Colombia y el mundo se enfrenten a una nueva realidad.

3 de abril de 2020 Por: Julián Domínguez Rivera

La Pandemia por el Covid-19 ha obligado a que Colombia y el mundo se enfrenten a una nueva realidad, marcada por el aislamiento obligatorio, el choque en los mercados y la necesidad de redefinir prioridades.

En este nuevo estado de cosas, se han convertido en bienes fundamentales el fortalecimiento del sistema de salud para que pueda responder a la emergencia, la cooperación, el autocuidado, la responsabilidad con la vida de los demás, la solidaridad con la población vulnerable y las medidas de apoyo a los empresarios para brindarles liquidez y proteger el empleo.

En medio de la incertidumbre sobre la duración de la emergencia y los efectos que tendrá en la economía y en la vida de los colombianos, que es lo mismo, el país se prepara para tomar decisiones aún más difíciles para contener la pandemia, sin afectar de manera drástica las fuentes de ingresos de millones de familias.

Análisis del JP Morgan sobre 600 mil pequeñas y medianas empresas del todo el mundo, señalan que al 25% de las empresas el efectivo les dura 13 días para sus pagos regulares y solo otro 25% puede excederse más allá de los 62 días, mientras que la media está en 27 días.

Se trata de unas cifras preocupantes por el riesgo en que se encuentran las fuentes de trabajo de los colombianos, ya sean empleados o empleadores.

Dado que la supervivencia de las empresas depende de la liquidez para operar y atender sus obligaciones, el país no se ha quedado con los brazos cruzados para apoyarlas. Los sectores público y privado se han movilizado para generar acciones que contribuyan a que las empresas sigan funcionando.

Con todo, se requiere agilizar el desembolso de las ayudas y que las empresas sean activas en acceder a estos beneficios. En todo caso, entre el 6 de marzo y hoy es un lapso corto para poner en marcha las más formidables iniciativas que demanda la crisis, pero no cabe duda de que pronto se verán los resultados.

Las 57 Cámaras de Comercio del país están implementando 144 programas de apoyo a los empresarios, en provisión de insumos, emparejamiento de la oferta y la demanda para facilitar el ajuste de plantas de producción y completar cadenas de abastecimiento de productos que se requieren a nivel regional y nacional, y directorios empresariales.

Asimismo, en promoción de la innovación para que los empresarios puedan generar nuevos servicios y productos acordes con las necesidades del mercado, disposición de infraestructura para instalar puestos de atención médica, la articulación público-privada para la canalización de donaciones y el impulso del e-commerce.

De otro lado, el Gobierno ha reforzado las operaciones de liquidez del sistema de pagos y reducido la tasa de interés; diseñado créditos blandos para las mipymes a través de Bancóldex y el respaldo del Fondo Nacional de Garantías; y líneas especiales de financiamiento para capital de trabajo.

El país ha generado acciones y aprovechado la experiencia de otros países para proteger la vida de los colombianos y aplanar la curva de contagios. Hay que profundizar los esfuerzos y actuar de manera propositiva, con la convicción de que ayudar a las empresas a superar esta crisis es proteger el bienestar de los colombianos.

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