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Expectativa electoral del imperio

En los próximos días las elecciones en los EE.UU. coparán los noticieros. El presidente Trump tendrá una exposición frecuente en los medios y en las redes sociales. Sus excentricidades son noticias apetecidas.

27 de octubre de 2020 Por: Alfredo Carvajal Sinisterra

En los próximos días las elecciones en los EE.UU. coparán los noticieros. El presidente Trump tendrá una exposición frecuente en los medios y en las redes sociales. Sus excentricidades son noticias apetecidas.

Su resultado es considerado importante por una proporción muy alta de ciudadanos del mundo, además, la polarización política interna es muy fuerte. La influencia del país del norte se evidencia en la economía y en la política de casi todo el orbe. Los efectos de esta elección son cruciales, razón por la cual la votación será alta.

Trump ha demostrado ser un megalómano de marca mayor, manifiesta con aplomo que nunca ha existido un presidente tan exitoso, además miente sin inmutarse. Ataca con agresividad y alevosía a sus rivales,
considerándolos inútiles o incapaces, les atribuye intensiones perversas. Me imagino que piensa que de la calumnia algo queda.

Su rival, Joe Biden, fue vicepresidente de Barack Obama. Como senador fue elegido seis veces por el Estado de Delaware, antes de acceder a la vicepresidencia. Carece del atractivo mediático de Trump. Posee liderazgo dentro del Partido Demócrata, de lo contrario no hubiese sido elegido su candidato después de haber participado en una prolongada contienda, enfrentando antagonistas de la talla de la senadora Elizabeth Warren, Bernie Sanders o Kamala Harris, a quien eligió como su vicepresidenta. Ha sido un político toda su vida, lo cual destaca Trump como una falencia para ejercer la presidencia. Él criticó duramente el establecimiento político de Washington en su primera campaña, con éxito.

La vida de Biden ha estado siempre expuesta al escrutinio público, precisamente por ser un político de vieja data. Su hoja de vida es transparente. Trump, en cambio, suscita dudas en este aspecto, tanto en el trato con personas del sexo opuesto como con sus deberes tributarios.
Ha ocultado consistentemente sus estados financieros, lo que contradice la política habitual en los Estados Unidos.

Las encuestas favorecen a Biden, pero en el sistema electoral norteamericano es complejo. Aún existe incertidumbre. La elección presidencial se lleva a cabo de manera indirecta, a través del Colegio Electoral, donde los Estados participan con un número de delegados correspondiente a la suma de sus representantes y senadores, y se gana o se pierde el total de los delegados. La mayoría de los votos emitidos por los ciudadanos no siempre coincide con la mayoría de la votación de los delegados. Los Estados donde la contienda es más pareja entre los dos partidos, denominados bisagras, son fundamentales. Las encuestadoras son expertas, sin embargo, no siempre aciertan.

A esto se añade que, por causa de la pandemia, ya se evidencia una gran cantidad de votos por correo, por este motivo Trump ha expresado que si pierde es debido a un posible fraude, no ha sido explícito en aceptar que respeta el veredicto de las autoridades electorales.

No se ciñe a las normas de la OMC, se retiró del tratado de París que limitaba sus decisiones sobre contaminación, también se desvinculó de la OMS en medio de la pandemia. Recientemente le escuché al Primer Ministro Sueco preocupación por las relaciones entre Europa y los EE.UU. Su entendimiento con la Otan se enturbió.

La incertidumbre nacional e internacional de lo que pueda ocurrir es muy alta.