El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Mundo

Artículo

Donald Trump, presidente de Estados Unidos | Foto: EFE

"No más entrada ilegal en EE. UU.": Trump arremete de nuevo contra migrantes latinos

El Presidente de EE.UU. insistió en la necesidad de levantar un muro en la frontera para combatir lo que considera una "emergencia nacional".

19 de septiembre de 2019 Por: Agencia EFE<br>

Este miércoles, el presidente Donald Trump retomó su discurso en contra de las migraciones masivas de latinoamericanos al publicar un mensaje en español en su cuenta de Twitter.

"No más falso asilo. No más detener y soltar. No más entrada ilegal en Estados Unidos", se lee en la publicación que está acompañada por una fotografía del Presidente de los Estados Unidos y que tiene como fondo una imagen del muro en la frontera con México.

Este mensaje se compartió en redes sociales en días en los que Trump reafirma la necesidad de frenar la entrada de migrantes en condición de irregularidad, bandera de su campaña a la Presidencia de los Estados Unidos en 2016.

Le puede interesar: Trump ordena "incremento sustancial" de sanciones contra Irán

Este miércoles, el mandatario insistió en la necesidad de un tramo de más de 800 kilómetros de muro fronterizo para atajar lo que considera "una tremenda emergencia nacional".

Durante una visita a un tramo de la valla fronteriza erigida en Otay Mesa (sur de California), el presidente señaló que la "tremenda emergencia nacional" que supone el tráfico de drogas y personas solo podrá ser contenida con la construcción del muro y "cuando los traficantes de personas no puedan atravesarlo".

Añadida este jueves en la agenda oficial de su gira por California, Trump ha vuelto al mismo sitio que visitó en 2018 para observar los ocho prototipos del nuevo muro que durante su campaña electoral prometió construir en los más de 3.200 kilómetros de frontera con México.

El proyecto de los prototipos rebasó los 3 millones de dólares y finalmente fueron demolidos en febrero de este año sin que ninguno fuera seleccionado.

No obstante, la valla fronteriza en San Diego comenzó a ser reemplazada en junio de 2018 por un nuevo muro metálico de entre 5 y 9 metros de altura, casi el doble que el tramo anterior, por un costo de 147 millones de dólares.

Trump dijo que las características del nuevo muro en esta área hacen más difícil el ingreso de personas porque no es fácil de escalar ni de cortar.

El presidente firmó una de las columnas del muro durante su recorrido y luego tuiteó una imagen en la que aparece el concreto a sus espaldas junto con la frase "No más falso asilo", reforzando así los comentarios que ha hecho antes en torno a los "criminales" que toman ventaja de la política migratoria de asilo humanitario estadounidense.

Trump aseguró que una vez sea levantada la nueva barrera los contingentes militares desplegados en la frontera serán retirados y se mantendrán solo los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

Respecto a la cooperación de México para abordar la crisis migratoria, luego de enviar agentes de la Guardia Nacional mexicana tanto a la frontera con Estados Unidos como a la que dicho país comparte con Centroamérica, Trump resaltó que "están pagando por 27.000 soldados".

También dijo que con subir los aranceles a México en un 5 % por seis meses quedaría cubierto el costo total del muro, pero descartó que vaya a tomar una medida en ese sentido.

Menos de 15 personas, entre simpatizantes y trabajadores de Otay Mesa, una zona comercial al sur de la ciudad de San Diego, esperaron sobre las calles la llegada del convoy que transportó al presidente y a funcionarios federales, algunos de ellos de la Patrulla Fronteriza.

Trump arribó a California, un territorio hóstil para él, el martes procedente de Nuevo México, en el marco de una gira de recaudación de fondos que lo llevó a San Francisco, a la que visitó por primera vez desde que es presidente y donde permaneció poco más de tres horas sin dejarse ver en público.

Posteriormente partió a Los Ángeles y fue parte de una cena de recaudación de fondos en Beverley Hills, para luego, hoy miércoles, dirigirse hacia San Diego, en el sur de California.

Entre los que esperaban al presidente a su llegada a la estación aérea militar de Miramar, en San Diego, estaba Yisroel Goldstein, rabino de la sinagoga Chabad en Poway, quien resultó herido en el tiroteo que se registró en abril de este año en este centro religioso.

"Estamos construyendo un montón de muro", prometió el presidente este miércoles a sus seguidores, mientras que cerca de 200 manifestantes se apostaron cerca del US Grant Hotel, en el centro de San Diego, donde Trump se reunió con contribuyentes para una comida cuyos boletos alcanzaron hasta los 100.000 dólares.

En las inmediaciones del lugar se levantó un globo gigante del "Bebé Trump", que presenta al presidente como un bebé, a la vez que los protestantes expresaron su rechazo a las políticas migratorias que actualmente mantienen en Tijuana (México) a unos 10.000 migrantes que solicitaron asilo en Estados Unidos.

En su recorrido por el muro, el mandatario apuntó hacia Tijuana y dijo que "hay miles de personas de aquel lado que están intentando entrar".

De la viabilidad del plan de construir entre 724 y 806 kilómetros de valla fronteriza el próximo año, anunciado desde la semana pasada por su Administración, Trump aseguró que dependerá de las condiciones del terreno.

El anuncio movilizó a grupos nativos americanos que han manifestado su oposición a que tramos de la verja pasen por sus tierras.

Asimismo, esta semana el diario The Washington Post difundió un informe del Servicio Nacional de Parques que advirtió que el plan de levantar una estructura de acero en la frontera sur puede dañar hasta 22 sitios arqueológicos.

AHORA EN Mundo