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Celeste, la niña que murió a causa de una bala perdida este martes, vivía en el barrio Julio Rincón, oriente de Cali. Los habitantes del sector realizaron un homenaje en horas de la noche y pidieron justicia en el caso. | Foto: Foto: Aymer Díaz - El País

POLICÍA METROPOLITANA DE CALI

Balas perdidas han arrebatado la vida de ocho menores de edad en Cali en cinco años

Entre 2016 y 2021, ocho niños han muerto por este motivo en la ciudad. El de Celeste, la bebé de un año, el caso más reciente. ¿Cómo explicar este fenómeno?

3 de marzo de 2021 Por: Redacción de El País

Entre 2016 y 2021 se ha registrado la muerte de ocho menores de edad en Cali a causa de balas perdidas. Este fenómeno hace referencia a los casos en que el proyectil de un arma no va dirigido a la víctima y tampoco se sabe de dónde proviene.

La información la dio el Observatorio de Seguridad de Cali, donde indicaron que, por año, el número de víctimas es: dos casos en 2017, uno en el 2018, dos en 2019 y dos en el 2020.

El de Celeste, la bebé de un año que murió tras el impacto de una bala perdida en medio de un enfrentamiento entre hinchas es el octavo en la estadística.

El comandante de la Policía Metropolitana de Cali, general Juan Carlos Rodríguez, estuvo con la comunidad del barrio Julio Rincón, en el oriente de la ciudad, con el fin de brindar respuestas del caso a los vecinos y familiares de la pequeña Celeste.

“Estuvimos haciendo un trabajo en conjunto con ellos, porque la ciudadanía también rechaza tajantemente este hecho. No podemos aceptar estas situaciones y tenemos que trabajar positivamente como comunidad para evitar que vuelva a suceder algo similar”, manifestó el General.

“A través del ejercicio colectivo vamos a producir la nueva agenda que la ciudad necesita. Hay una clara decisión de todas las autoridades de que no puede haber en la ciudad ningún territorio que no sea cubierto por la Policía o cubierto por la autoridad institucional y, para ello, nuestra Alcaldía cuenta con la disposición de intervenir en los escenarios donde se producen estos hechos”, declaró el secretario de Seguridad y Justicia, Carlos Rojas.

Entre tanto, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, rechazó el hecho y reiteró que la recompensa de $10 millones de pesos por información de los responsables del crimen de Celeste sigue en pie.

Por otro lado, el delegado de Barrismo Social de la iglesia Católica, Mario Andrés Lozada, en nombre de la Arquidiócesis de Cali, presentó sus dolencias y dijo que “no podemos seguir enlutando que santos e inocentes fallezcan por estas causas, la pelota no se mancha y no podemos seguir ensangrentando la camiseta por los asesinos y violentos que se disfrazan de hinchas. Rechazamos profundamente este acto violento y pedimos a Dios el descanso eterno de Celeste”.

¿Cómo explicar este fenómeno?

El experto en seguridad Alberto Sánchez estimó que “resulta lamentable el asesinato de Celeste. Esto nos lleva a pensar cuáles son los costos sociales de la normalización de la violencia en Cali”.

Según Sánchez, la disponibilidad de armas ilícitas en la ciudad “son un legado criminal grande, organizado y ligado a la violencia instrumental que durante la década de los 90 necesitó un arsenal direccionado a la operación de guerras municipales y regionales en el Valle por miembros de múltiples carteles del narcotráfico”.

A su vez, el sociólogo Juan Manuel Torres explicó que “llamar a este fenómeno balas perdidas matiza y esconde un problema. Cali es una ciudad que está inundada de armas, casi que hay que utilizar el termino contaminada. La proliferación de armas se remonta, incluso, a la firma de los acuerdos de paz, pues existen agentes que viven de la guerra y la comercialización de armas, e incluso entidades que aportan a esta problemática desde la legalidad. Se debe hacer lo suficiente para incautar y eliminar su uso”.

De la misma manera, el historiador de la Universidad del Valle, Óscar Hembert Moreno, declaró: “El tiempo en que se construye un delito es proporcional al que se construye un delincuente. Es decir, sabemos que las balas perdidas, como todas las acciones delincuenciales, están enmarcadas en un mismo contexto. Toda bala perdida hace de un individuo un accionante, de modo que la incertidumbre radica en que cualquiera de nosotros puede ser víctima de este fenómeno y, por supuesto, es esto lo que aporta al clima generalizado de inseguridad hasta el punto de estimular el comportamiento delincuencial en personas que, en ocasiones, no son delincuentes”.

“Aunque el uso de armas traumáticas ha sido un tema en frecuente disputa por distintas personalidades del ámbito local y nacional, la inquietud radica en la manipulación de armas de fuego utilizadas en Cali con el fin de dirimir asuntos de orden criminal”, añadió Moreno.

Para concluir, el experto en seguridad Alberto Sánchez aseveró que “no podemos priorizar la intervención del mercado, tampoco de la dinámica de armas traumáticas en una ciudad cuyo principal problema sigue siendo el homicidio con arma de fuego. Este es uno de los temas que debemos reorientar en materia de discusión pública. El caso de Celeste habla de un problema grave, y es que existen mecanismos donde a la gente que no matan a bala la matan a cuchillo y, a otros, con objetos contundentes”.

Y agregó: “Espero que la Policía Metropolitana de Cali y la Fiscalía Seccional, al igual que la Alcaldía, orienten todas sus capacidades, porque las tienen, a la captura de estas personas”.

Así va el caso de Celeste

En la tarde del miércoles, miembros de la Policía estuvieron en el sector del barrio Julio Rincón, hablando con todos los vecinos en pro de hacer un trabajo en conjunto con la comunidad y evitar otras problemáticas complejas.

La Alcaldía de Cali se reunió con las barras para analizar lo sucedido con la pequeña Celeste.

La recompensa de $10 millones por información del caso sigue en pie. La Fiscalía está investigando el hecho para esclarecer el caso.

El velorio de Celeste será este jueves durante todo el día. Las exequias tendrán lugar el viernes en horas de la mañana.

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