Diego Maradona: un adiós al ídolo… ¡vive la leyenda! | El Nuevo Siglo
MILES DE aficionados le rindieron homenaje a Diego Armando Maradona pero no pudieron acompañarlo hasta su última morada.
Foto AFP
Jueves, 26 de Noviembre de 2020
Redacción Deportes

Su cuerpo ya yace bajo fierra, al lado de sus padres Diego y Tota, en el cementerio Jardines de Bella Vista, pero hoy más que nunca, Diego Armando Maradona vive en el corazón de millones de argentinos y de aficionados al fútbol en el mundo.



La ceremonia fue íntima, discreta, silenciosa, en contraste con el bullicio acompañó su velación en a Casa Rosada, en donde hasta disturbios hubo por la ansiedad de los fans del ‘Pibe de Oro’ de verlo por última vez.

La multitud lo siguió hasta a unos 300 metros del campo santo y desde allí se escucharon los lamentos por no poderlo acompañar hasta su última morada.

Un fuerte dispositivo de seguridad, con tropas antimotines flanqueando las puertas del cementerio, al noroeste de la capital, permitió solo que un grupo muy reducido de amigos íntimos y familiares, entre ellos su exmujer Claudia Villafañe y sus hijas Dalma, Giannina y Jana, le diera adiós… o hasta pronto, en nombre de millones de seguidores del ‘D10S’ del fútbol en el plantea.

“Estoy que reviento de emoción. No puedo creer que después de conquistar el mundo, Diego eligiera venir a descansar acá a Bellavista”, dijo un hombre que se colgó de la reja de una casa para ver pasar la caravana fúnebre.

De Tigre a la Paternal. De allí al centro porteño y finalmente, a Bella Vista. Así fue el último recorrido de una leyenda del fútbol mundial.

“De Cebollita soñaba jugar un Mundial y consagrarse en Primera... Tal vez jugando pudiera... A su familia ayudar”, interpretada por Rodrigo Bueno y ese himno llamado La Mano de Dios sonaron a todo volumen en una humilde casa cercana al Jardín Bella Vista.

También lo acompañaron hasta 300 metros del campo santo, niños, jóvenes o mayores portando las camisetas del Boca Juniors, el club de sus amores, y de la selección argentina.

Atrás quedaron las lágrimas, el lamento y frases como la que dijo uno de los aficionados: “pensé que era inmortal”, a lo que otro agregó: “lo es, el cuerpo estará bajo tierra pero sus hazañas y todo lo que hizo por el fútbol y por Argentina lo inmortalizaron.

A la entrada al Jardín de Bella Vista, los 30 familiares o allegados que lo acompañaron hasta su última morada se encontraron con una corona, la primera en llegar. “Que Dios te reciba con mucho amor”: Pelé.



También fueron testigos de este adiós al ídolo, a la leyenda, al inolvidable, banderas de Argentina o del Boca Juniors con el rosto del ‘Pelusa’ estampado.

Incontenible

Las manifestaciones frente a la Bombonera, el Obelisco y la Casa Rosada comenzaron tan pronto se conoció el deceso de uno de los más grandes futbolistas que ha visto el mundo, el miércoles al medio día.

Este jueves se extendieron, con una multitud mayor, lo que obligó a que la velación pública en la sede del gobierno argentino, primero se extendiera y luego finalizara una hora y media antes de lo previsto, ante una serie de incidentes en los patios internos y en distintos puntos de la ciudad, protagonizados por varios de los hinchas que hicieron filas de más de ocho horas para despedirse del ‘10’.

En los alrededores de la histórica Plaza de Mayo de Buenos Aires, se agolparon miles de fanáticos descontrolados que se negaban a abandonar el lugar, pese a la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus. La policía reprimió con balas de goma y gases lacrimógenos a grupos de personas concentradas en las principales arterias céntricas de la ciudad. Algunos se defendían con piedras y botellas.

El velorio y entierro ocurrieron en el mismo día por pedido expreso de su exmujer Claudia Villafañe, pocas horas después de la muerte, a los 60 años, del campeón mundial, a pesar que se había anunciado que sería este viernes.

“Fue la decisión de Claudia. Se cagó en todos”, dijo el allegado de la familia.

Con los puños en alto o la mano en el corazón, miles de fanáticos desfilaron a lo largo del día por la Casa Rosada para darle el último adiós.

“Pensé que nunca se nos iba a morir. Siento una tristeza terrible, una persona que nos hizo tan, pero tan felices”, fue una de las frases más repetidas, mientras que en una bicicleta se leía un cartel que decía: “No me importa lo que digan los demás, yo te sigo a todas partes, cada día te quiero más”.



Según el resultado preliminar de la autopsia, el excampeón albiceleste sufrió una “insuficiencia cardíaca aguda”.

Explosiones de aplausos, cánticos, gritos y bocinazos se sucedieron durante todo el día, incluyendo en los márgenes de la autopista que recorrió el cortejo fúnebre de Maradona camino al cementerio.

En el mundo

Su muerte provocó una conmoción mundial con una catarata de mensajes de pésame desde todas partes del mundo.

Con un peregrinaje silencioso y conmovedor delante de la curva B del estadio San Paolo de Nápoles, cientos de napolitanos despidieron al ídolo de una ciudad que se identifica con su extravagante y a la vez trágica vida.

“No nos esperábamos su muerte. Nosotros no escogimos a Maradona, fue él que escogió Nápoles”, confesó emocionado Gino, de 48 años.

“Nunca morirá porque es una leyenda, él hizo cosas extraordinarias acá. Ya, yendo al hotel en el bus, se veía que la ciudad no respiraba el mismo aire”, destacó el entrenador del Nápoles, Gennaro Gattuso.

Desde el Barcelona, Real Madrid, Manchester United o Liverpool, entre otros tantos: todos los clubes más importantes del mundo se sumaron a la despedida.

“Se fue el último Dios pagano”, dijo Daniel Ojeda, un cirujano plástico de 56 años.



A las 7:53 p.m., hora argentina, 5:53 p.m. hora de Colombia, el ataúd desapareció, sus seres queridos se marcharon en silencio, sollozando y los aficionados se retiraron convencidos de que hoy más que ayer, Diego Armando Maradona vive y que con el paso de los minutos, de las horas y de los años, su nombre será más grande.

Lo que hizo Diego Armando Maradona no lo hará nadie. Será una leyenda, inolvidable, los argentinos y quienes gustan al fútbol exquisito, se encargarán de mantenerlo vigente. Siempre será recordado por lo que hizo dentro de las canchas, donde fue un genio, más no por su vida disipada. Esa arte de la historia del ‘10’ fue sepultada .

En este caso no aplica aquello de que “a rey muerto rey puesto” porque pasará mucho tiempo antes de que el mundo vea nacer a otro talentoso, pícaro, habilidoso, inteligente y líder como al que el mundo le dijo adiós en medio de lágrimas, pero que cada vez que recuerdan una de sus jugadas, les roba una sonrisa.

Ese trono que comparte con Pelé como mejor jugador en todos los tiempos, estará desocupado por mucho tiempo  y tal vez nunca sea ocupado porque los dos se lo ganaron a punta de goles y talento.



Hoy en Argentina, un país futbolero por excelencia se seguirá hablando de lo de siempre: del Diego, de su “mano de Dios” y de cómo era capaz de resolver un partido él solo. La leyenda vive…