Tanques en la frontera, un asunto mediático: Gobernador de Arauca | El Nuevo Siglo
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Lunes, 16 de Septiembre de 2019
Redacción Nacional

Para el Gobernador de Arauca, lo que está haciendo Venezuela es un simple acto de ostentación, aunque advirtió que de plantearse una agresión militar ese departamento es el más vulnerable

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El gobernador de Arauca, Ricardo Alvarado Besterne, recuerda que su departamento fue el primero en el país declarado como territorio libre de coca.

Sin embargo, durante su mandato ha tenido que enfrentar otras dificultades como el flujo de migrantes proveniente de la frontera con Venezuela; la arremetida del Eln tras el fallido proceso de paz; y el reciente rearme de las disidencias de las Farc, que según información del Gobierno se refugian en Venezuela.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo está el tema de migrantes venezolanos en Arauca?

RICARDO ALVARADO: El departamento es el mayor receptor de población venezolana, inclusive superior a lo que pasa en Norte de Santander.

El 52% del territorio de Venezuela es Llano, por lo tanto su identidad cultural la tienen con esta región. La diferencia nuestra con Norte de Santander es que la gran mayoría de esa población vive en Venezuela, al otro lado del río, generando una presión diaria de 13.000 venezolanos que viajan hacia el departamento de Arauca. Solo por el puente internacional entran entre 3.500 y 4.000 personas. Las demás personas lo hacen por los 22 pasos ilegales, pero tolerados dentro de los corredores humanitarios que el país abrió. Esa situación nos generó una economía informal importante. Además, en ese ejercicio de vulnerabilidad –y teniendo en cuenta que el Eln y los grupos de disidencia de las Farc, de quienes sabemos que el 40% se encuentran en la frontera con Venezuela– se volvieron un atractivo para que enlisten esta población. Ya sea que lo hacen como parte de un ejercicio de supervivencia o como un referente de tipo social. Somos un departamento receptor.

ENS: ¿Esto les ha traído problemas de dinero?

RA: El problema que tenemos nosotros es que no hay compensación. Nos han entregado algo más de $4.000 millones este año, cuando el promedio de atención a venezolanos en dos meses supera los $1.700 millones. Además, tenemos más de 6.000 niños venezolanos que estamos atendiendo en Arauca, lo que implica mayor cantidad de transporte escolar y alimentación, y no recibimos plata del Estado para ello.

No es lo mismo hablar de un territorio como Arauca, que no tiene empresas e instituciones receptoras, que hablar de otras regiones del país donde tienen economías establecidas.

Somos un departamento emergente. Nosotros pasamos de tener 80.000 habitantes en 1983 a más de 300.000 habitantes, por lo tanto no tenemos capacidades de transformación.

ENS: Hay una tensión por unos ejercicios militares por parte de Venezuela, pero aquí no se ve nada de eso, ¿qué hacer frente a esa tensión generada?

RA: Lo más triste es que nuestras fronteras las controla otro. Aquí hay algo fundamental: si esto se tratara de un ejercicio militar con una intencionalidad diferente a la ostentación y al efecto político, la frontera más vulnerable sería la del Llano, porque tenemos una frontera seca que es el oriente de Arauca donde no hay un accidente geográfico que permita delimitar las dos naciones.

Toda la frontera de Arauca por el lado oriental se pasa muy fácilmente, pero allí no hay un solo militar de ningún país. El ejercicio que hay es simplemente mediático, buscando una respuesta política a un elemento que ellos tienen que es de inestabilidad de su gobierno. Este es un problema de Venezuela haciendo ostentación cuando Colombia no debe responder. Debemos garantizar seguridad en la frontera para nuestros ciudadanos, pero no responder a situaciones de hecho como ellos plantean.

Creemos que el único camino que le queda los dos países es hablar de paz y de complementariedad de economías, y no responder de manera rápida a ejercicios perturbadores que tienen más interés de generar una cortina de humo a los problemas internos.

Arauca históricamente ha compartido apellidos y economías. En su momento se subsidió de Venezuela, pues no tenía vía de comunicación con el resto del país. Hasta que apareció el petróleo dependíamos únicamente del territorio de Venezuela que traía sus productos hasta esta región. Por correspondencia histórica, les decimos a los migrantes que les damos la bienvenida, pero en un territorio con dificultades.

ENS: ¿Por qué en el paso fronterizo, el puente Internacional José Antonio Páez, no hay presencia de Fuerza Pública?

RA: Nosotros hemos querido mostrar una situación diferente a los venezolanos. A ese lado de la frontera hay presencia de Ejército, Policía y Guardia, pero cuando se pasa el puente solo hay Migración y dos policías administrativos que hacen un proceso que corresponde a la Policía Fiscal y Aduanera. De resto nosotros mandamos un mensaje pacifista. Nosotros queremos que ellos mejoren su situación y nosotros esperamos que no se sigan alimentando los elementos de xenofobia que están en el imaginario de la población fronteriza y sirven para fomentar movimientos subversivos que nosotros sabemos están a ese lado de la frontera.

ENS: ¿Qué hacer con los grupos que se refugian al otro lado de la frontera?

RA: La paz de Colombia pasa por Venezuela. Hay un grupo subversivo que ostenta su fuerza desde el otro lado del Río Arauca en un video. Por otro lado, el Eln, cuando se desescaló el conflicto, producto del acuerdo de paz, se repliega y el 40% del Eln está en territorio venezolano, el resto se va para el Vichada, parte del Casanare y parte del Meta.

Esto quiere decir que el problema es de un país receptor de una subversión o de aparatos militares residuales que son acogidos por un territorio que lamentablemente los utiliza, no sabemos cómo, para alimentar modelos económicos que fracasaron.

Lo que podemos decir es que esta tierra, Arauca, le apuesta a la paz y que aboga por el ejercicio del diálogo, con un Estado garante, rechazando secuestros y atentados contra la estructura minero-energética. Queremos seguir procurando para que el diálogo sea el camino. Nosotros no creemos en imposiciones a través de las armas. Queremos invocar a que nos sentemos y sigamos creyendo en el único camino posible, el diálogo.