Este es un tiempo privilegiado para orar: monseñor Rueda | El Nuevo Siglo
"La paz es un camino que exige paciencia, capacidad de diálogo, esperanza, sinceridad, amor por Colombia", reflexiona el arzobispo.
Arquidiócesis de Bogotá
Sábado, 1 de Abril de 2023
Redacción Cultura

Un mensaje de reflexión, de unión y encuentro con la oración dio el Monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, en víspera de la Semana Santa. Habló de la paz en Colombia, la importancia de retomar la Biblia y la necesidad de una reconciliación.

“Este es un momento para que todos los ciudadanos pensemos en Colombia con responsabilidad histórica, por tal razón sin incurrir en polarizaciones tenemos la oportunidad de aportar desde nuestras regiones y desde nuestro conocimientos buscando metas comunes, que nos lleven a fortalecer los valores y logros que hemos construido, pero a la vez que tengamos la capacidad autocrítica para ver lo que no nos ha funcionado socialmente, todo aquello que nos ha impedido crecer en el desarrollo humano integral”, dijo el Monseñor.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál es el mensaje que la iglesia católica quiere dejar en esta Semana Santa a Colombia?

LUIS JOSÉ RUEDA APARICIO: El centro de la Semana Santa es Jesús de Nazaret, el Hijo del Dios vivo, en su pasión, muerte y resurrección, los colombianos fijamos los ojos y el corazón en nuestro Salvador, este es un tiempo propicio para vivirlo en un clima de encuentro, oración, y fraternidad:

Encuentro: La Semana Santa nos permite fortalecer la cultura del encuentro, con nosotros mismos, con Dios, con las demás personas y con la casa común. El encuentro nos libera del individualismo y de la indiferencia. El encuentro enriquece nuestra vida espiritual. El encuentro es sanador, mientras el encierro nos enferma. En el encuentro crecemos en la capacidad de diálogo. El encuentro nos ofrece motivaciones nuevas para luchar y trabajar. El encuentro hace parte de nuestra naturaleza racional, la condición humana no está hecha para la soledad, sino para la belleza del encuentro.

Oración: La Semana Santa es un tiempo privilegiado para la oración, las parroquias ofrecen diversos horarios, con templos abiertos, para acoger la Palabra de Dios predicada en comunidad, los ministros ordenados nos ofrecen la gracia de los Sacramentos, la Liturgia es rica y profunda, de tal manera que las personas y comunidades que hacen el esfuerzo de participar viven una semana de intensa de oración comunitaria. Además, la Iglesia nos hace la invitación a tomar la Biblia para recibir la Palabra de Dios en el ambiente familiar. En los pasajes de los evangelios se nos ofrece la presencia, actitudes y mensaje de Jesucristo en los momentos de su muerte y resurrección.

Fraternidad: La celebración gozosa y consciente de la Semana Santa nos humaniza, nos abre las puertas del corazón, para que salgamos con amor al encuentro de hombres y mujeres, de familias y comunidades que por diversas circunstancias están pasando momentos de prueba en su vida, por ejemplo los que están viviendo enfermedades, los que están en crisis emocionales o afectivas, los que tienen penurias en el campo laboral o económico, los que están privados de la libertad o pasan hambre, lo que sienten amenazada su vida por diversas razones, todos ellos son el rostro sufriente de Jesús, que nos llama a vivir la fraternidad, la solidaridad, la posibilidad de compartir los bienes espirituales, intelectuales y materiales que tenemos en nuestra familias.

EL NUEVO SIGLO: Ustedes acaban de estar con el santo padre, ¿Qué mensaje entregó el papa para Colombia?

LUIS JOSÉ RUEDA APARICIO: Durante la visita al Papa Francisco de un grupo grande de obispos (38) de Colombia, el Sucesor del Apóstol Pedro, que ama a nuestra país y está pendiente de nuestras realidades; nos ha dado un mensaje de esperanza, porque quienes seguimos a Jesucristo el Señor debemos ser mujeres y hombres dispuestos a sembrar semillas de esperanza, a evitar la enfermedad del pesimismo, para lo cual el Papa Francisco nos invita a vivir el Evangelio, la Buena Nueva de salvación, y de esta manera con la fortaleza de la fe comprometernos como ciudadanos a trabajar sin desfallecer en la búsqueda de los caminos de reconciliación y de paz, nos dijo: “hagan todo lo posible para que Colombia viva en paz.”



EL NUEVO SIGLO: Colombia atraviesa cambios, por reformas, ¿cómo las ve?

LUIS JOSÉ RUEDA APARICIO: Cada momento de la historia nos desafía y nos exige la capacidad de reformas sociales y de cambios en todas las dimensiones, pero eso sí, cambios concertados, discernidos e implementados entre todos los ciudadanos, conducidos por nuestros gobernantes y orientados siempre al bien común.

Es un momento que nos exige a todos los colombianos la sabiduría social para buscar nuevas sinergias en torno a aspectos básicos como: la vida humana respetada y dignificada en todas sus etapas, la paz como un derecho de todos los ciudadanos, la educación al servicio de un nuevo humanismo, la soberanía alimentaria. Si queremos una Colombia renovada, estamos llamados, todos desde nuestras diversidades a luchar para superar problemas fundamentales como: el narcotráfico y la subcultura mafiosa que genera, la corrupción que nos empobrece, la violencia que nos arrebata la vida, la polarización que nos destruye. Para enfrentar estas problemáticas tenemos oportunidades personales y sociales como: la capacidad de resiliencia, la creatividad, la fe en Dios, la gran riqueza agrícola,

EL NUEVO SIGLO: La Paz es algo indispensable y siempre la queremos, por lo tanto, ¿cómo ve la Iglesia de Colombia el proyecto de Paz - Total?

LUIS JOSÉ RUEDA APARICIO: La paz es un anhelo de Colombia. Hemos sufrido la violencia durante muchas décadas. La paz es un camino que exige paciencia, capacidad de diálogo, esperanza, sinceridad, amor por Colombia. Tiene aspectos sociales, jurídicos, militares y sobre todo espirituales, porque la verdadera paz del ser humano no está afuera; la paz de cada persona está en su propia conciencia. De un corazón pacificado al estilo de Jesús de Nazaret, fluyen las actitudes de perdón, de respeto al otro, de capacidad de acogida al que piensa distinto, el modelo de no violencia es Cristo; Él nos llama a trabajar por la paz y en el amor por los enemigos. En el capítulo 5 de San Mateo, es donde encontramos el llamado Sermón de la montaña. El Papa Francisco nos ha insistido en la necesidad de trabajar por la paz y nos dice que la guerra, toda guerra es un fracaso de la humanidad, un fracaso de la racionalidad. La reconciliación en Colombia se logrará por el camino del diálogo, de la negociación con transparencia y tenacidad.