Rincón Juniorista | EL HERALDO

El Heraldo
Los hinchas del equipo Tiburón han apoyado al equipo desde que llegó a Medellín. Hansel Vásquez
Rincón Juniorista

La final todavía no está al rojo vivo

En Medellín se vive un ambiente opaco previo a la final de Liga Águila, mañana, entre Junior y el DIM. Los aficionados del Junior sí se hacen sentir en los alrededores del hotel de concentración de los rojiblancos.

El banderazo al Medellín, el pasado jueves, en el estadio Atanasio Girardot, despertó a miles de hinchas del ‘Poderoso’, que fueron a arropar a su equipo en la práctica vespertina, previa al juego de vuelta de la final de la Liga Águila II, mañana (4:30 p.m.), frente el Junior.

Este viernes todo volvió a la normalidad en la ciudad de la eterna primavera. Pocas camisas rojas en las calles, cero ambiente de final. La derrota 4-1 en el juego de ida enfrió un poco los ánimos de los hinchas antioqueños, que igual sueñan con la remontada ante los rojiblancos.

Los aficionados del Junior, por su parte, sí que se gozan las horas previas al compromiso, a pesar de la derrota en la final de la Copa Sudamericana 2018. Muchos, optimistas, se reúnen en los alrededores del Hotel San Fernando Plaza, sitio de concentración del cuadro currambero, para apoyar a sus jugadores y brindarles todo su cariño en este crucial momento. Ninguno visualiza la pérdida de la octava estrella, la cual esperan que -¡por fin!- alumbre la navidad de los barranquilleros.

“¡Juniooor! ¡Juniooor! ¡Juniooor!”, gritan emocionados cada vez que uno de los dirigidos por Julio Comesaña se asoma por los lados del lobby del hotel. Teófilo Gutiérrez, Jarlan Barrera, Víctor Cantillo, Rafael Pérez y Luis Díaz son los más buscados. Algunos jugadores llegan hasta donde la seguridad permite a los hinchas estar para firmar autógrafos y tomarse una que otra foto, respondiendo al cariño.

La derrota ante el Atlético Paranaense quedó atrás para todos. El objetivo de los aficionados que acompañan al equipo es hacerles levantar el ánimo. “Aquí estamos, no los vamos a dejar solos. Vamos por la octava estrella para cerrar con broche de oro este gran semestre. Este Junior lo merece todo”, dijo emocionado uno de los hinchas que no se despega de la baranda que divide la entrada del hotel con el lobbie.

Si por un lado predomina el optimismo gracias a la ventaja obtenida en la ida, por el otro sobresale la ilusión. Los hinchas del Poderoso aún no bajan los brazos, pero guardan todas sus energías para mañana. Mientras llega el juego, la ciudad si se ve un poco apagada, solo iluminada con la energía navideña, que une siempre a esta ciudad multicolor.

Ayer, por los alrededores del Atanasio Girardot, alusivo a la final, solo se veían a los revendedores de boletas y los puestos de camisas. La venta de la indumentaria del Medellín bajó significativamente, en comparación a los días previos al primer juego de la final.

“Las ventas han estado muy suave. Ese resultado 4-1 en Barraquilla le bajó los ánimos a la gente. Ayer (el jueves) durante el banderazo, la cosa mejoró un poco, pero en general ha estado muy quieto esto. Esperemos que la cosa mejore el fin de semana”, manifestó Johan Gómez, quien tiene su puesto de venta en los alrededores del estadio.

Daniel Becerra, aficionado del ‘Poderoso’, no se resigna. Sueña con un partido histórico de su equipo mañana y se aferra a la historia del DIM para seguir creyendo en la remontada.

“Por ahí dicen que si no es sufrido no es del Medellín. A Junior ya le ganamos en 2016 y mientras tengamos a Germán Ezequiel Cano en nuestro equipo la esperanza siempre va a estar”, dijo.

Becerra espera que los dirigidos por el ecuatoriano Octavio Zambrano salgan a presionar de entrada con el apoyo de su gente, buscando asfixiar al Junior en los primeros minutos del compromiso.

“La clave está en que el Medellín salga a comerse al rival de entrada, con agresividad. Si marcamos un gol en los primeros minutos ellos se van a poner nerviosos y van a dar ventajas. Yo espero que el primer tiempo termine 2-0 y después si a buscar la hazaña, así sea en los penaltis”, expresó.

Lo que sí parece un hecho es que el máximo escenario de los antioqueños se llenará mañana. Los revendedores ya hicieron su diciembre con las entradas, aunque todavía les queda un pequeño remanente. Los precios que se manejan en la venta callejera son: preferencial, 300 mil; oriental, 180 mil; norte, 150 mil y sur, 120 mil.

“La venta ha estado buena. Se pensó que por el marcador en Barranquilla la gente se iba a bajonear, pero no, ya no hay casi boletas. La afición está metida en su cuento de la remontada y van a llenar ese estadio para arropar al equipo. Pase lo que pase, aquí el Medellín se va a ir aplaudido, porque la temporada ha sido muy buena”, concluyó Jesús David Quintana, uno de los tantos revendedores que se pueden encontrar en los alrededores del estadio.

Todo está listo para la definición del título de Liga. Los junioristas sueñan con la octava, los hinchas del poderoso con una remontada histórica. El espectáculo está servido.

 

El entusiasmo de los hinchas por su equipo se ha dejado notar previo a la final ante el Medellín. Hansel Vásquez
Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.