El Heraldo
Un vendedor entrega un sobre de Quenopodio a un cliente del local naturista.
Judicial

Quenopodio, un purgante letal que se vende sin control

El Invima dice que ha emitido dos alertas por la comercialización de este tipo de productos en las calles.

La muerte del menor Cristian David Buelvas Carrillo, debido a la ingesta de un purgante conocido como Quenopodio, prendió las alarmas entre las autoridades ante el incremento en las ventas de productos y medicamentos que ponen en riesgo la integridad de las personas en las calles de Barranquilla y los municipios del Atlántico.

A pesar de la constante alerta por parte de las autoridades para evitar la comercialización del Quenopodio y otros productos similares, debido a los daños que pueden causar en el organismo, estos se consiguen en cualquier esquina sin mayores restricciones.

Así quedó evidenciado en medio de un recorrido que realizó un equipo periodístico de EL HERALDO por algunas tiendas naturistas, droguerías y locales que comercializan productos químicos en el centro de la capital del Atlántico. 

Este producto es uno de los que más llama la atención en las vitrinas de un discreto local naturalista ubicado en la calle 37 con carrera 43. Su presentación, en la cual predominan los colores verde, rojo y amarillo, asegura que es un producto 100% natural e “ideal para expulsar toda clase de parásitos a la vez”. 

La vendedora, cuya identidad es reservada por seguridad, explica que este producto en polvo debe ser disuelto en jugo de piña o naranja para que los resultados se “potencialicen” y debe ser consumido en “ayunas”. 

Al ser indagada sobre la dosis, sostiene que un adulto puede consumir el sobre completo, mientras que para niños entre 6 y 12 años se recomienda que utilicen la mitad del mismo: “Este procedimiento se debe hacer cada seis meses para contar con un buen estado de salud”.

Mientras entrega el sobre, cuyo precio de comercialización oscila entre los $4.000 y $10.000, resalta “la buena elección hecha”, puesto que “ese producto es recomendado para acabar con la parasitosis, el estreñimiento y el mal aliento, así como para limpiar los intestinos”.

Según lo expuesto en el empaque, este producto vence en diciembre del presente año y es elaborado por Laboratorios Auramar en Bogotá y cuenta con el registro sanitario 2001 N 00502. La plataforma del Invima indica que “no se produjo ningún resultado dentro del grupo elegido”, es decir, que no aparece el registro.

A pocas cuadras, más exactamente en un quiosco ubicado en la carrera 43 con calle 36, tampoco hubo dificultad para comprar un sobre de Quenopodio. Tras preguntar por varios métodos de desintoxicación, el vendedor habla de las bondades de este purgante.

“Es muy poderoso. Lo debes tomar un día que estés libre en tu casa, para que no pases una emergencia (risas). Luego de tomarlo, solo es necesario media hora para empezar a ver los resultados”, explica al momento que acomoda otros productos naturales en la estantería. 

Al analizar el sobre de Quenopodio, resalta que tiene las frases ‘Dios es Amor –Cristo Salva’ impresas en una de sus caras, y se indica que es producido por el laboratorio La Santel, también de Bogotá. Además, cuenta con un número de registro sanitario, el cual tampoco está registrado en la página del Invima.

Asimismo, la etiqueta indica que este ‘drenador hepático’ está compuesto con quenopodio, sen, boldo e heptahidrato, encargados de realizar un “completo tratamiento de limpieza digestiva”, al punto de expulsar las amebas, oxiuros, ascaríes, uncicaria, tricocéfalos, triquilla y tenia.

En el empaque del Quenopodio también se resalta que ataca dichos parásitos, los cuales describe como “enemigos de nuestra salud, produciendo enfermedades como: cáncer de colon, anemia, úlcera, paritosis aguda, gastritits, diarrea, disentería, leucorrea, hongos y falta de apetito”. 

Asimismo, se lee que el purgante no debe tomarse en estado de gestación y se encargará de “limpiar hígado, saca bilis, combate agrieras, vinagrieras, ardor de pecho, boca amarga, llenura, acidez, dolores de cabeza, quitar barros y espinillas”. 

Asimismo, a pesar que no se encontró este purgante en un reconocido local dedicado a la venta de químicos, sí se pudo comprar un producto comercializado bajo el nombre de ‘Limpia Plusss’, consistente en cuatro cápsulas y cuatro tabletas que  cuentan con una composición similar a la del Quenopodio.  

“Se deben tomar dos cápsulas y dos tabletas al mismo tiempo en la noche y lo mismo por la mañana, durante un día”, sostiene el encargado del local.

Además, explica que estos productos son comercializados según lo expuesto en el decreto 1737 de 2005, en el cual “se reglamenta la preparación, distribución, dispensación, comercialización, etiquetado, rotulado y empaque de los medicamentos homeopáticos magistrales”.

Dosis letal

 Julia González, toxicóloga de la Universidad de Cartagena, explica que el Quenopoido es un producto natural con fines antiparasitarios y que hecho a base de varias plantas, entre ellas, el paico. 

Según expone, esta planta también es conocida con los nombres de ambrosia, epazote, yerba santa o hierba de Santa María que crece de forma silvestre en climas fríos y como maleza en los cultivos. 

“Las hojas y semillas son utilizadas con fines de medicinales, para obtener el aceite de quenopodio, el cual contiene ascaridol, que es letal a dosis de 0,1 mililitro por kilogramo de peso”, sostiene la docente de toxicología y toxicología forense de la Facultad de Química y Farmacia de la Universidad del Atlántico.

Igualmente asegura que las manifestaciones de la toxicidad comienzan entre los 30 minutos y las 4 horas después de la toma del purgante: “Inicialmente, el paciente presenta dolor abdominal, vértigo, salivación excesiva, dolores de cabeza y vómitos, entre otros síntomas. Posteriormente aparecen la taquicardia, convulsiones, depresión respiratoria, coma y muerte”.

La toxicóloga asevera que no existe un antídoto específico ante una intoxicación, por lo que se debe cumplir un procedimiento para la descontaminación, que debe iniciar con hidratación al paciente.

“Se puede administrar una dosis única de carbón activado si ha transcurrido menos de una hora de la exposición”, dice. 

Además, indica que la mezcla del paico con otras plantas, como boldo y sen, pueden “potencializar la acción de los componentes. Estos productos son realizados de forma casera o en laboratorios rudimentarios, sin cumplir parámetros de calidad”. 

Por su parte, Lina Porrás, médica especializada en Medicina Preventiva y Salud Pública, señala que al Quenopodio se le atribuyen propiedades antiparasitarias contra las ascaris y anquilostomas, así como efectos para el manejo del dolor causado por contracciones involuntarias de las fibras musculares.

Sin embargo, sostiene que las formas comerciales no se encuentran aprobadas para su venta, por lo que “puede ser mejor usar la planta que preparaciones que no estén aprobadas para su venta”.

Alertas del Invima

 Desde diciembre de 2017, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) emitió una alerta por la comercialización del drenador hepático Quenopodio, debido a que no cuenta con registro sanitario, por lo que “se considera un producto fraudulento  y su comercialización en Colombia es ilegal”. 

El Invima también indicó que “los productos sin registro sanitario pueden contener ingredientes que ponen en riesgo la salud de quienes los consumen”.

Asimismo, en junio de 2013, la entidad había emitido una primera alerta por la venta del Quenopodio en medios de transporte público, por lo que recomendó “no adquirir medicamentos vendidos en la calle o los buses, sino en sitios legalmente establecidos”.

El caso

La familia Buelvas Carrillo se vio envuelta en un drama a causa de la ingesta sin medicación de un purgante llamado Quenopodio.

Pedro Antonio Buelvas, jefe del hogar, narró a EL HERALDO que a finales del mes de enero, compró el supuesto medicamento en la glorieta de la calle 17 “por sugerencia de amigos” y se lo suministró en casa a sus dos pequeños: Cristian David, de 14 años, y Dayana, de 10. Además, Erika Patricia, su esposa, se tomó otra dosis para “limpiar el organismo”.

Sin embargo, según Buelvas, los resultados no fueron los esperados y sus hijos y esposa tuvieron que ser trasladados hasta la clínica Los Almendros de Soledad luego de presentar complicaciones en su organismo. 

“El niño fue quien presentó más complicación y falleció el 7 de febrero por una falla hepática y falla respiratoria”, expresó Pedro Antonio. 

En el caso de su mujer, el hombre señaló que ella sufrió también padecimientos y estuvo hospitalizada, pero “firmó un retiro voluntario para atender a los niños”. 

Por su parte, la pequeña Dayana está hospitalizada por diagnóstico de intoxicación, con compromiso del hígado, alta posibilidad de falla renal y dificultad respiratoria.

 

Últimos controles

Debido a esta situación, la Policía del Atlántico realizó operativos contra los diferentes medicamentos que no presentan registro sanitario por parte del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima).

Mediante registros y controles realizados en los diferentes ejes viales del departamento, los uniformados trataron de identificar a los vendedores de estos medicamentos y adelantaron las incautaciones por no contar con la aprobación del Invima, actividad que se llevan a cabo para evitar más tragedias ocasionadas por la ingesta de sustancias que prometen grandes beneficios y terminan ocasionando graves daños a la salud.

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