Conexión con la naturaleza y la vida en el Paso del Mango
El paraíso natural queda a 18 kilómetros del centro de Santa Marta cerca al río Manzanares. Para llegar es necesario salir desde Bonda.
Senderos rocosos se elevan en la Sierra Nevada de Santa Marta entre cascadas y aguas cristalinas.
Paisajes que parecen sacados de fotografías postales exhalan vida en el Paso del Mango, un paraíso natural ubicado a 18 kilómetros de Santa Marta.
Espesos follajes recubren a lo largo y ancho este fascinante valle tropical que colinda con el río Manzanares.
El olor a humedad formado por la frescura que emanan las plantas y la tierra mojada se respira como un antídoto desintoxicante de los afanes del día a día. La reserva es una opción ideal para quienes quieran descansar y desconectarse del ruido de las grandes urbes.
¿Cómo llegar?
Para llegar es necesario tomar un transporte hasta Bonda, área rural de Santa Marta ubicada a unos 50 minutos del centro de la ciudad. Allí deberá desplazarse en un vehículo que tenga la capacidad de subir la empinada vía.
Cerca a la estación de Policía de Bonda hay camionetas 4x4 y motocicletas que prestan el servicio de bajar y subir pasajeros hasta la reserva. El viaje dura aproximadamente 25 minutos en moto, 40 en carro y cerca de 2 horas y media caminando a buen ritmo.
El costo del viaje en carro es de 30.000 pesos, mientras que las motos cobran de 10.000 a 15.000 pesos.
Luego de atravesar arroyos, calles empedradas y altas colinas, por fin se encuentra con el Paso del Mango, una maravilla escondida que toma su nombre por la abundancia de esta fruta en tiempos de cosecha. En la zona hay diferentes tipos de actividades para los amantes del ecoturismo.
Entre la amalgama de opciones, una infaltable es la caminata de 35 minutos hasta el Pozo del Amor, sitio en el que se puede saltar a las refrescantes aguas del río desde una altura de seis metros. Además, un tour ecológico hasta la reserva Caoba que incluye un recorrido por senderos arqueológicos de la cultura Tayrona construidos hace más de 700 años y rutas como la del cacao en una finca cercana que cuenta con más de mil árboles de esta especie.
Para pasar la noche, algunos visitantes deciden acampar. No obstante, en el sector existen hostales como Carpe Diem, La Bonita, Sierra Limón, entre otros lugares en los que comulga la naturaleza con la vida.