Distrito asume concesión de la ciénaga de Mallorquín
Con la entrega, la Alcaldía tendrá las facultades para intervenir la zona donde se ejecutarán las obras del ecoparque turístico.
Durante el tercer día del Seminario para la Administración y Gestión de Litorales, organizado por la Dirección General Marítima (Dimar), el vicealmirante Juan Francisco Herrera Leal le entregó a la Alcaldía de Barranquilla la concesión de la ciénaga de Mallorquín.
Con este hecho, la ciudad se sigue abriendo paso como la primera biodiverciudad del país debido a que en esa área se planea la construcción del ecoparque turístico de la ciénaga de Mallorquín y la recuperación de la playa de Puerto Mocho.
El alcalde Jaime Pumarejo resaltó que el acuerdo es muestra de que cuando las instituciones del Estado trabajan juntas, se logran grandes cosas.
“Es un espaldarazo para un proyecto que le va a devolver a los barranquilleros su conocimiento y su capacidad de disfrutar las maravillas ecológicas que tiene la ciudad: la ciénaga, el río y el mar Caribe”, dijo Pumarejo.
Por su parte, el vicealmirante Herrera Leal aseguró que la entrega va a ser muy importante dentro del ordenamiento territorial turístico-ambiental que el Distrito viene haciendo hace más de 20 años y que complementa las obras que han beneficiado a la ciudad.
La ciénaga de Mallorquín está ubicada en el extremo norte de Barranquilla, sobre la margen izquierda de la desembocadura del río Magdalena (Bocas de Ceniza) en el mar Caribe, una zona que estaba bajo la jurisdicción de la Dimar y que tiene connotación de bien de uso público.
Al tener esa condición, el Distrito solicitó el permiso de concesión a la autoridad marítima, entidad que le entregó las facultades para intervenir la zona donde se ejecutarán las obras del ecoparque turístico.
Antes de la entrega de la concesión, la Corporación Regional del Atlántico (CRA) ya había otorgado la viabilidad ambiental con un permiso necesario para avanzar en el proyecto.
Fue otorgado un concepto favorable sobre la condición de armonización o equilibrio aceptable, desde el punto de vista de carga ambiental, entre el desarrollo y la ejecución de las obras y sus potenciales impactos ambientales.
El siguiente paso, según informó el Distrito de Barranquilla, es el Permiso de Ocupación de Cauces de la autoridad ambiental CRA, para las intervenciones que contempla el proyecto Mallorquín.
