El temblor de 6.7 en la escala de Richter se produjo este martes a las 10:22 p.m., hora local, en la región japonesa de Nigata, al norte del país. Su epicentro se situó en el mar, cerca de la costa noroccidental de Japón, a 14 kilómetros de profundidad.
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La magnitud del movimiento sísmico, que se sintió con fuerza en la mitad norte de Japón, motivó de inmediato una alerta de tsunami. Sin embargo, hasta el momento no se han registrado posibles víctimas o daños materiales graves.
Tras el movimiento se espera una onda de marea de un metro en una parte de la costa noroeste de la isla de Honshu (la principal del archipiélago nipón), frente a las prefecturas de Yamagata, Niigata y Ishikawa, según las estimaciones de la Agencia de meteorología japonesa.
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El gobierno de Japón pidió a los residentes en varias áreas de la zona costera del noroeste de Japón que abandonen sus viviendas y busquen refugio. El llamamiento fue hecho por el ministro portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga, en una primera rueda de prensa para dar a conocer de los efectos del temblor.
Suga dijo que se está revisando la información sobre posibles víctimas e informó de que las centrales nucleares de la región afectada, en las prefecturas de Niigata y Yamagata, no han dado cuenta de hechos anormales en su funcionamiento.
Casi dos horas y media después del temblor que sacudió a una gran parte del norte y centro de Japón -sin provocar daños mayores o heridos graves- la alerta de tsunami fue cancelada.