Es innegable la atención que provoca China en el mundo, sus movimientos no dejan de incomodar a muchos países incluido Estados Unidos. Con un sistema antidemocrático ha logrado a lo largo de las últimas décadas consolidar un aparato productivo enorme y posicionarse como el mayor exportador y potencia económica mundial, lo que le ha permitido incrementar reservas y ser parte fundamental del mercado de capitales.
Llama mucho la atención, sin embargo, la forma como China ha conquistado el mercado universal, pues también es conocido que en su interior este gigante del comercio mantiene una economía ambivalente entre lo económico y lo social, Mientras los grandes centros industriales como Shanghái, Guangzhou, Shandong,con millones de km. de áreas industriales y cerca de 80 millones de empresas, convirtiendo a China en la fábrica más grande del mundo, cerca del 40% de la población china vive en zonas rurales ,trabaja en pequeñas granjas, con ingresos bajos y limitado acceso a los servicios básicos, lo que contrasta con el “desarrollo” pregonado por el país comunista.
Encontrar cifras de indicadores sociales de China no es fácil, la versión oficial que mide la pobreza con un umbral de USD 1.99 al día, en cuyo caso el porcentaje de pobreza bordea el 1%, mientras que con un umbral de ingresos medios internacionales de USD 5.5. al día, el índice sube a 27%, lo que significa pobreza superior a México o Brasil. A ello se suman los problemas sociopolíticos y de derechos humanos, con fuertes restricciones determinadas por el Partido Comunista que es el que gobierna y que tienen que ver con la libertad de prensa, libertad de reunión, libertad de información (internet), derecho a tener hijos, libre formación de organizaciones sociales, libertad de culto, etc., situación que es reprochada por algunos gobiernos extranjeros, ONGs y agencias de noticias que revelan la constante desprotección de derechos humanos, violación de derechos civiles, tortura y pena de muerte. Ejemplo: la represión sobre Hong Kong, los trabajos forzados aplicados a disidentes, entre otras.
La expansión económica de china continúa sin descanso, mediante la creación de empresas chinas en el extranjero, a través de la entrega de créditos, la mayoría catalogados como de usura, el financiamiento de grandes obras de infraestructura, energía hidroeléctrica, carreteras, puentes, petróleo, minas, energías renovables y más, especialmente en América Latina, Asia y África, sin descuidar la cultura que vende la imagen de una China próspera. A la par sostiene una guerra comercial con EE.UU.,pretende lanzar una moneda digital que le haga la competencia al dólar y revolucionar el sistema financiero mundial, se convierte en pirata de los mares, se adueña de empresas que controlan las materias primas en África y A.L. y crea robots.
La aparición del covid 19 deja muchas dudas, como la muerte del médico que alertó sobre la aparición del virus, la tardanza en hacer pública la información, y los relativamente pocos contagios, etc.