Así fue en verdad. Luego de los triunfos independentistas, los departamentos de Quito, Azuay y Guayaquil se anexaron a la República de Colombia, agrupados en el “Distrito del Sur”. Los tres departamentos, que seguían las antiguas unidades regionales, tenían como cabeceras a las tres ciudades principales.
La República de Colombia fue fundada en 1819, en plena guerra independentista, como una unión de Venezuela y Nueva Granada, con la expectativa de que luego también se uniera Quito, como en efecto sucedió. Era un intento de crear un gran país, que sería un referente continental. El general Simón Bolívar fue electo Presidente de la República. Pero como por las urgencias de la campaña, no pudo ejercer el mando, éste quedó en manos del Vicepresidente Francisco de Paula Santander, que imprimió en su administración un sesgo liberal. Con el tiempo se enfrentó a Bolívar, que pugnaba por mantener la unidad de Colombia e impulsar la integración de las nuevas repúblicas americanas.
Por algunos años, Bolívar dirigió la guerra y gobernó el Perú. Además de las cuestiones peruanas, le preocupó su plan de convocar un gran congreso en Panamá para gestar la unión de los países hispanoamericanos. También propuso un proyecto de constitución para Bolivia, creada como homenaje a su nombre. Para 1826 estaba ya de vuelta en Bogotá y asumió la presidencia de Colombia. Pero la tarea le resultó muy difícil por las fuerzas de dispersión y por las conspiraciones, inclusive las de su vicepresidente. Los conservadores se agruparon alrededor de Bolívar, en tanto que Santander congregaba a los liberales y partidarios del federalismo.
Luego de su experiencia en Perú y frente a la situación de Colombia, el Libertador enfatizó sus tendencias centralistas. “No aspiremos a lo imposible -insistía- no sea que por elevarnos sobre la región de la libertad, descendamos a la región de la tiranía. De la libertad absoluta se desciende siempre al poder absoluto…” Bolívar vio que en el conflicto con sus opositores se resquebrajaba la unidad de Colombia y optó por asumir la dictadura. Pero esto agudizó las tensiones y la dispersión. Venezuela se separó de Colombia. Al fin, en 1830 renunció al poder. En pocos meses murió camino al exilio. Para entonces la gran República que creó se había disuelto.
El Distrito del Sur se separó de Colombia el 13 mayo de 1830, hace 189 años. En unos meses al nuevo estado se lo bautizó con el nombre Ecuador. Pero su fugaz presencia en Colombia, o la “Gran Colombia” como se la llamó luego para distinguirla de la actual, dejó huella en nuestro país. La opción republicana, el régimen político unitario, la lealtad a Bolívar, la relación con la Iglesia, el discurso de la integración latinoamericana, que han marcado la vida de nuestro país, nos recuerdan que una vez fuimos Colombia.