Imagen referencial. Desconocidos insisten en que las víctimas realicen pagos por transferencias electrónicas antes de enviar el equipo. Foto: Pixabay
Beth y Sabrina viven en provincias diferentes. Pero las dos fueron estafadas por supuestos vendedores de celulares que usan Instagram para captar a sus víctimas.
Las modalidades del delito son similares y para evitar que otras personas caigan en estas trampas decidieron contar sus historias la tarde de este viernes 27 de noviembre del 2020.
Beth dice que hace 15 días intentó comprar un celular a crédito a través de esta red social. “Pagué USD 75 y el equipo nunca llegó. Me bloquearon y me enteré que varias personas fueron estafadas por Instagram”.
La joven guarda las conversaciones con el personal de la supuesta tienda de teléfonos. En los chats se evidencia cómo los desconocidos evaden sus respuestas e insisten en los pagos por transferencias electrónicas antes de “enviar el equipo a través de encomienda”.
En la conversación, los estafadores le piden un pago de USD 75. La joven acepta, pero solicita una foto del celular. Ante su insistencia, los desconocidos responden: “Estoy ocupado. Si no desea que le envié el aparato, pase a la tienda para llevarlo usted”. Beth cuenta que hizo un pago el viernes y que esperaba que el celular llegase el sábado, pero después de dos semanas esto no ha ocurrido y en los números de los falsos comerciantes nadie responde.
La historia de Sabrina es exactamente igual. De hecho, le pidieron que hiciera el pago el viernes 20 de noviembre. “Mi paquete debía haber llegado el sábado. Hablando con más personas, ya que no se dignan a contestarme, llego a la conclusión de que me han estafado”. Sabrina pagó USD 898 por cuatro celulares que, le dijeron, estaban de promoción. La transacción se hizo por transferencia electrónica y toda la conversación sobre el modelo del equipo, lugar de envío, etc. se realizó por WhatsApp. La falsa tienda le envió fotos de los modelos.
El sábado 21 de noviembre, cuando no arribaron los aparatos trató de contactar a la tienda, pero el número ya estaba bloqueado. En ese momento se dio cuenta que no existía ningún almacén físico en la dirección que le habían proporcionado.
La joven recomienda a los compradores tener cuidado y que compren en locales comerciales que tengan todos los permisos.