Carlos Campodónico, del Hogar Corazón de Jesús de Guayaquil, accedió a la vacunación en esta semana, dentro del plan del Ministerio de Salud. Foto cortesía Junta de Beneficencia de Guayaquil
Carlos Campodónico cumplió su deseo de vacunarse contra el SARS-CoV-2. El hombre de 77 años recibió la primera dosis de la fórmula de Pfizer-BioNTech en esta semana, dentro del segundo grupo de inmunización del Hogar Corazón de Jesús, en Guayaquil.
“He visto las reacciones que han tenido mis compañeros -de la fase piloto- y todas han sido positivas”, dijo el residente del hospicio de la Junta de Beneficencia, días antes de recibir el pinchazo.
99 adultos mayores de este centro y del asilo del Bien Público, también en la ciudad, se incorporaron al plan del Ministerio de Salud. A ellos se sumaron 81 médicos, enfermeras, terapistas físicos, auxiliares de enfermería y auxiliares de cuidado, que dan atención a los residentes.
Susana Morán, administradora del Hogar Corazón de Jesús, indica que los integrantes de las listas de vacunación han pasado por charlas informativas con médicos especializados para conocer detalles del proceso. Esa información también ha sido compartida con sus familiares.
El Hogar Corazón de Jesús y el Asilo del Bien Público son parte de las fases iniciales de inmunización contra el virus SARS-CoV-2. Foto cortesía Junta de Beneficencia de Guayaquil
Algunos tienen dudas, asegura. Pero muchos ven la vacuna con esperanza.
“Un confinamiento tan prolongado como el que ha vivido la comunidad adulta mayor tiene efectos negativos, principalmente emocionales. Son padres y madres separados de sus hijos, nietos y demás familiares, viviendo con la esperanza de volver a reencontrarse”, dice Morán.
Otro grupo de adultos mayores fue citado el pasado jueves a la Universidad Espíritu Santo (UEES), en Samborondón. Francisco Pérez, coordinador zonal 8 de Salud, explicó que se aplicaron 1 392 dosis y que en las próximas semanas también tienen previsto convocar a más profesionales sanitarios.
Esta es la segunda vez que la UEES aporta con la logística de vacunación. Pancho Hansen Vik, director corporativo del sistema de Salud de la universidad, detalló que el plan piloto ha servido como un ensayo de prueba y error, antes de emprender inmunizaciones masivas.
Por ejemplo, tener un listado adicional, tentativo, ha sido una de las directrices del Ministerio de Salud. “En la primera convocatoria teníamos la lista de médicos, enfermeros, auxiliares. Pero al momento de vacunarlos no llegaron porque se atrasaron, por miedo, porque no sabían lo que va a pasar… Las dosis estaban listas y no se podían perder. Entonces se tuvo un listado backup para citar a otros profesionales”.
En esa ocasión incluso tuvieron listo un congelador del laboratorio UEES Biolab, que funciona a -86°C. Pero Hansen Vik recalca que solo fue por precaución y que no fue necesario usarlo porque los coolers de Pfizer funcionaron sin complicaciones.
El centro de convenciones de la UEES es transformado en una gran sala de vacunación, con espacios para registro, inmunización y observación. En promedio, el registro de una encuesta toma de 10 a 15 minutos. La vacunación, en cambio, no pasa de los dos minutos. Finalmente, los vacunados deben estar 30 minutos en observación.
“Toda esta logística conlleva tener cronometrados los pasos para que no ocurran aglomeraciones”, agrega el director de sistemas de salud de la UEES. En el plan, la universidad aporta con personal médico para atender posibles reacciones alérgicas, así como personal de mantenimiento, limpieza y seguridad.
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