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Coincido con los analistas que consideran que para el año 2021 existen cuatro temas clave que debemos enfrentar con la voluntad política de la cual carecimos en 2020, a saber: 1. Combatir el narcotráfico. 2. Recuperar la economía. 3. Luchar contra la corrupción. 4. Eliminar el coronavirus.
El narcotráfico se combate por medio de la fumigación aérea de los cultivos de coca con glifosato. Se combate suspendiendo los beneficios directos que premian a los agricultores que sustituyen sus cultivos de coca con cultivos inofensivos, rompiendo el principio de igualdad frente a los no cultivadores. Se combate llevando a las zonas cocaleras beneficios directos para los no cultivadores, orden público, salud, educación y vías terciarias.
El narcotráfico se combate elevando los aranceles de los productos que nos llegan de contrabando o importados: con subsidios directos, con gabelas tributarias, fabricados con energía eléctrica barata, negociados con monedas muy devaluadas. Tal como lo autoriza la Organización Mundial del Comercio, los productos así importados los pueden encarecer los afectados imponiéndoles derechos compensatorios para restablecer las condiciones distorsionadas por las importaciones desleales aludidas.
El narcotráfico, el combustible que nos atiza todas las guerras y las revaluaciones del peso, es el preludio de las quiebras de nuestras empresas, del desempleo de 4 millones de compatriotas, del que 4 de cada 10 colombianos sea pobre extremo, esto es, miserable, y de la inseguridad en nuestras ciudades. El narcotráfico se combate fortaleciendo la Fuerza Pública, la inteligencia y la contrainteligencia y la Fuerza Aérea. Los gobiernos colombianos no pasan de convivir hoy día con el narcotráfico.
Si en 2020 debió haber crecido nuestra economía cerca de un 3% y si cayere un 8% por culpa de la pandemia del Covid-19, esta suma del 11% del PIB bordea una pérdida de $Col 100 billones, cifra cercana a cinco reformas tributarias de las que nos exige Moody´s. Para recuperar la economía de esta caída resulta indispensable debilitar a la par el narcotráfico. Pero nos urge, además, eliminar los cuellos de botella que nos impiden una productividad elevada, como son los impuestos entre el 60% y el 65% que pagan nuestros empresarios, los cuales son responsables de que, a la fecha, no menos del 50% de los colombianos sea informal. Urge suprimir los costos laborales no salariales.
Apremia darles seguridad jurídica a las empresas, tal como afirmaba hablando sobre tema similar al de esta nota, quien considero como un gran candidato presidencial para 2021, el doctor Rafael Nieto Loaiza, los jueces en Colombia, censuró, cambian de opinión según sus conveniencias, "modifican sus fallos según el marrano". Un juez de inferior jerarquía no pude impartir justicia yendo contra jurisprudencia de las Altas Cortes, de Tribunales Superiores.
En cuanto a la lucha contra la corrupción, comparto los puntos de vista de Nieto Loaiza. Si mal no le entendí, considera urgente emprender una reforma profunda de la Administración de nuestra Justicia. Considera él que no puede haber habido un hecho de corrupción mayor que el del Cartel de la Toga, magistrados de nuestras Altas Cortes, vendiendo sentencias. Propone reformar las Contralorías Regionales y Municipales porque son focos de corrupción, burocracia y clientelismo.
Propone Nieto Loaiza, así mismo, fomentar el uso de los pliegos de cargos con ciertos estándares para evitar que les introduzcan cláusulas con condiciones a favor de algún participante en la licitación. Y plantea, además, digitar todo el proceso con el fin de convertirlo en un proceso virtual, para que el público pueda seguir los contratos desde el comienzo, la licitación, la ejecución y hasta finalizar el mismo.
