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La economía en un mundo pospandemia
Expertos analizan qué cambios en los hábitos de trabajo, consumo y relaciones sociales vendrían luego de la crisis sanitaria.
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ilustración morphart
Cada shock económico en el mundo, generado por distintos factores y en diversas épocas, como la epidemia de la gripe de 1918, la Gran Depresión en 1929 o la crisis de 2008, ha dejado diferentes legados de heridas, cicatrices y aprendizajes para la historia. Hoy la pandemia de covid-19, la cual también ha dejado expuesta la fragilidad del ser humano, los países y las economías, ya plantea una pregunta que algunos se atreven a vaticinar: ¿qué vendrá cuando pase?
El nuevo paradigma económico del fin de la pandemia traería, entre otras cosas, nuevas reglas en las relaciones comerciales, cambios en los hábitos de consumo, disminución del turismo de masas, teletrabajo y reformulación de las ideas de negocios.
Expertos consultados por EL COLOMBIANO analizan los cambios en los modelos económicos, laborales y en las relaciones sociales que vendrían tras esta gran crisis.
Cambios en pospandemia
El año pasado el magnate y cofundador del gigante tecnológico Microsoft, Bill Gates, predijo durante una conferencia cómo será el mundo después de que termine la pandemia de covid-19, así no haya aun una fecha para ello.
Gates, quien ya había mencionado en años pasados los daños que podría enfrentar el mundo si ocurría una pandemia, señaló varios aspectos que cambiarían en la pospandemia, entre los que se encuentran la disminución de los viajes de negocio y de las horas de trabajo presenciales, la distancia que tomarán las personas de las grandes urbes por la posibilidad de trabajar desde otros lugares y el aumento de las ganas de socializar.
Para Alejandro Useche, profesor de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, la actual coyuntura del planeta es muy particular, ya que, en cuanto a su alcance global, es la primera vez que ha ocurrido una pandemia de tanta magnitud.
“Si bien es cierto que han existido otros momentos de crisis de salud muy delicados, estas, al parecer, han estado mucho más focalizados en algunas partes del mundo; por ejemplo, la peste negra en Europa o la gripa española, que realmente tuvo un origen en Estados Unidos. La pandemia actual ha generado una fuerte depresión de las economías, es decir, una caída abrupta en los niveles de consumo y de producción, y un nivel bastante amplio de incertidumbre y de temor dentro de las diferentes instancias que componen la economía”, expresó Useche.
Por su parte, para Alejandro Torres, profesor de la Escuela de Economía de la Universidad Eafit, luego de la pandemia habrá cambios significativos, por ejemplo, en cuanto a las cadenas de valor: “En términos económicos, la pandemia lo que nos ha venido mostrando es que esas grandes interdependencias en cuanto a las cadenas de producción, de cadenas globales de valor y de esas grandes localizaciones que teníamos de las actividades productivas, puede que no sea tan favorable como lo habíamos pensando antes”, dijo.
Los cambios que llegarían, según Torres, tendrían que ver con un proceso de localización de las actividades productivas, en el cual las empresas van a mirar nuevamente no solo las eficiencias que puedan obtener en términos de costos, sino que puedan tener cadenas productivas más concentradas regionalmente, de tal manera que un choque externo se pueda manejar de una mejor manera.
Para Luis Fernando Ramírez, profesor de la Escuela de Economía de la Universidad Sergio Arboleda y experto en política económica, entre los cambios que considera está la posibilidad de que haya un retorno paulatino a la presencialidad en el ámbito laboral y un aumento de la prevención en las relaciones sociales.
“Ya Estados Unidos está regresando a la presencialidad. Los grandes bancos de Well Street ya está pidiendo a la gente que vuelva a partir de junio de este año. Google, por ejemplo, también está revaluando el trabajo en casa. Creo que habrá una porción de gente que se quedará en teletrabajo y otra que retornarán a las oficinas. Por el lado del comportamiento de la gente, este sin duda será más prevenido y seguirá el chip de lo higiénico”, expresó Ramírez.
Lo digital y los negocios
Según la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, en 2020, cuando empezó la pandemia, hubo algunas tendencias globales que se presentaron en la mayoría de países, entre ellas, una proporción de personas que nunca había hecho compras a través de Internet, las realizaron ese año, lo cual evidenció un aumento de la confianza y conocimiento de las transacciones digitales. Así mismo, la transformación digital ha avanzado a las empresas más resistentes al cambio, entre ellas, micro, pequeñas y medianas.
De acuerdo con esto, durante la pandemia el aumento en el uso de plataformas para la compra de bienes resaltó la importancia de los domiciliarios de estas plataformas como trabajadores esenciales, moviendo la discusión a nivel mundial sobre cómo se estaba llevando a cabo la relación laboral entre trabajadores y plataformas.
Así, tras la emergencia sanitaria por la covid-19, el mundo seguirá volcado hacia lo digital. Según Useche, “los negocios que en el pasado estaban muy desconectados de Internet y de redes sociales, van a tener que continuar con alternativas de acceso para sus clientes. Muchas personas se han acostumbrado a acceder a bienes, servicios y al comercio, desde sus casas, encontrando que esto tiene una importante ventaja en cuanto a ahorrar tiempo y desplazamiento”, dijo.
Para Torres, por su parte, todo lo que tiene que ver con comercio electrónico, desarrollos logísticos que simplifiquen los procesos de adquisición de servicios, y plataformas que faciliten las transacciones electrónicas serán una gran oportunidad de negocio para lo que viene en la pospandemia.
¿Florecer de la economía?
No todos los cambios económicos y sociales después de una pandemia son malos. Según Useche, la historia enseñó cómo el comportamiento de la economía es cíclico, es decir, después de depresiones muy fuertes vienen periodos de recuperación y crecimiento que son importantes, “periodos de florecimiento de las economías, de reactivación del consumo, de inversión, de empleo y de producción”.
“Lo que podemos ver como la parte positiva en términos económicos es que, a futuro, Colombia y el resto del mundo va a entrar en una fase de crecimiento económico muy importante, que se verá reflejado en mejores niveles de empleo de ingresos, de producción y ojalá de bienestar para los diferentes países”, apuntó.
La historia ya dijo que no todo después de una crisis es malo. Por ejemplo, según los historiadores, tanto la peste negra (que tuvo su origen en Asia y se propagó por Europa hasta llegar a EE. UU.), como la gripe española (que causó la muerte de entre 20 y 50 millones de personas alrededor del mundo, según la Organización Mundial de la Salud), trajeron consecuencias políticas y económicas -como aumento de precios, bajos salarios, tensiones sociales y crisis agraria-, pero también sirvieron de catalizadoras para transformaciones políticas, económicas y sociales.
En el caso de la peste negra, según el historiador ecuatoriano Hugo González Toapanta, esta transformó la vida de los campesinos y provocó un mayor equilibrio entre la tierra y la población. La gripe española, por su lado, en algunos países despertó el cuidado higiénico y significó, para América Latina, por ejemplo, el traslado de esas ayudas sanitarias desde la filantropía a una acción estatal más eficaz.
Por su parte, para Ramírez, en la pospandemia habrá una mayor concientización en relación con lo que es la pobreza y la parte vulnerable de la sociedad: “La pandemia desnudó las grandes inequidades dentro de los países, por lo que después de ella el gasto público se orientará mucho hacia el mejoramiento de estos. Se van profundizar puntos como ingreso solidario, renta garantizada y formas de mantener a la gente con algún nivel que le permita, por lo menos, garantizar alimento y vivienda, lo cual está muy bien, porque serán circuitos virtuosos: el Estado le daría a la gente con qué comprar y la gente saldría a consumir, por lo que los empresarios también se verían beneficiados”, indicó.
Según el último informe sobre el panorama fiscal de América Latina y el Caribe y los desafíos en la recuperación transformadora pos covid-19, realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), para abordar la fase pospandemia y poner a los países en una trayectoria de crecimiento sostenido, será imprescindible identificar las brechas que obstaculizan el despliegue firme de las capacidades productivas de la región.
Para la Cepal, en este proceso los países deberían fomentar alianzas estratégicas con el sector privado para determinar mejor qué oportunidades existen, diseñar proyectos más adaptados a las soluciones y construir estrategias financieras robustas y capaces de sostener esta labor en el tiempo.
Desde la acción pública, hay varias áreas, según la organización, que podrían incentivar un nuevo modelo de desarrollo productivo basado en una revolución digital y en el uso de tecnologías limpias en la pospandemia.
El impacto y la expansión de la covid-19 hacia todos los rincones del mundo y los efectos que seguirán en el corto y mediano plazo, hoy obligan a pensar en cómo se está construyendo el futuro y qué lecciones aprendidas serán necesarias incorporar en un mundo sin pandemia ni confinamientos
450.000
puestos de trabajo generará la economía circular de cadenas de producción local: Cepal.
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